Expertos advierten que aumentar la donación es crítico para cubrir la necesidad país

Cada 22 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Trasplante, para recordar que en esta fecha en 1966 se realizó la primera cirugía de este tipo en nuestro país y concientizar sobre la importancia de este tratamiento.

Para llevar a cabo este procedimiento la donación es crítica ya que, si bien se incrementan los índices cada año, se estima que los órganos entregados sólo cubren el 10% de la demanda global, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“En este momento existen más de dos mil personas esperando por un trasplante de órganos y sin un donante éstos no podrán ser realizados”, dice el doctor Javier Chapochnick, jefe de Cirugía y del programa de Trasplante de Órganos Abdominales de la Clínica Santa María.

“Dona órganos, dona vida, ayúdanos a poder asistir a estos pacientes. Un solo donador puede salvar hasta ocho vidas. En Chile, estamos muchísimo más atrás que en otros países como España, que tiene una de las cifras más altas en el mundo”, remarca.

Esfuerzo mayor

Las autoridades en salud y especialistas del área han reconocido el avance y normalización de las cifras, pero hacen un llamado a hacer un esfuerzo mayor.

La tasa en Chile es de 6 a 7 donantes por millón de habitantes, mientras en países de la OCDE como España, llegan a los 40,2 por millón de habitantes.

“Nuestro desafío como comunidad científica es comunicar de la manera más simple posible lo que significa la donación de órganos y qué beneficios trae para prolongar y mejorar la calidad de vida de los pacientes con disfunción orgánica terminal”, explica la Dra. Ximena Rocca, nefróloga del Centro de Trasplante y Enfermedades Crónicas de la Clínica Santa María, y presidenta de la Sociedad Chilena de Trasplante.

¿Qué deberíamos hacer para aumentar estas cifras?

La doctora Rocca sugiere que, según la experiencia a nivel internacional en la materia, se debería conversar sobre la voluntad de fin de vida con el entorno cercano, con la familia. Además, informarnos de este tema en las fuentes oficiales, no en las creencias que otros puedan tener al respecto.

Mitos versus realidad

La Dra. Lorena Flores, nefróloga y jefa de la Unidad de Trasplante de la Clínica Dávila, aclara los siguientes mitos:

Te pueden quitar los órganos antes de que estés muerto: un paciente es candidato a donante solo cuando hay muerte encefálica, también conocida como muerte cerebral, lo que significa que el cerebro deja de funcionar y los otros órganos, por un periodo corto de tiempo, siguen activos.

Por lo tanto, los especialistas deben asegurarse de que el donante está en un estado de muerte encefálica antes de realizar cualquier procedimiento.

Cuando se sospecha que un paciente se encuentra en muerte cerebral, se somete a un riguroso proceso para el diagnóstico de esta condición amparada por la Ley chilena.

Una persona que está dispuesta a donar sus órganos no va a recibir los mismos cuidados que alguien que no es donante: la vida de un paciente no es más valiosa que la de otro, por lo que no podrían ser considerados solo como donantes, sino como otro paciente a quien hay que salvarle la vida.

Todos los equipos de salud trabajan por ello y agotan hasta el último recurso antes de pensar en la donación de órganos.

Una vez que los médicos tratantes descarten todas las posibilidades de tratamiento, recién es ahí cuando los profesionales que trabajan en trasplante se hacen cargo del proceso de donación.

La lista de espera se maneja: en Chile la lista de espera se trata de manera central, lo que quiere decir que el Instituto de Salud Pública (ISP), tiene información centralizada de todos los lugares donde se hacen trasplantes y el listado de personas que están esperando con priorización de acuerdo a puntajes que están establecidos por reglamento.

Por lo tanto, a la persona que le tocó es porque correspondía de acuerdo al donante que se encontró en ese momento.

Las listas de espera son únicas y de carácter nacional, por lo que incluyen a todos los pacientes que necesitan un trasplante independiente del sistema previsional, del lugar donde se realiza y de la condición socioeconómica del receptor.

La familia debe pagar la donación de los órganos: todos los gastos asociados desde la certificación de muerte encefálica, mantención del donante luego de aceptada la donación, pabellón, extracción e implantación del órgano al receptor, se carga al sistema de salud del paciente que recibe el órgano.

Está permitido el comercio de órganos humanos: la Ley chilena establece que la donación debe ser un acto gratuito y será sancionado cualquier provecho económico.

El cuerpo del donante no recibirá los cuidados: este tipo de pensamiento es recurrente. Es importante hacer de conocimiento público que el procedimiento de donación de órganos y/o tejidos mantiene un trato digno ante el cuerpo del donador. Y el cuerpo será tratado con cuidado y respeto.

Crear conciencia

La educación en temas de donación de órganos y trasplantes debe partir desde la niñez. “Necesitamos crear conciencia de que nuestras decisiones en salud pueden impactar en desconocidos que algún día nos podrían necesitar. El colegio es el lugar ideal para iniciar estas conversaciones, hablar de los mitos y temores y plantear ideas innovadoras al respecto”, argumenta la especialista de la Clínica Santa María.

La doctora Flores concluye al respecto: “España se considera un ejemplo para el mundo con el gran éxito de su modelo de donación y trasplante. Su plan estratégico de 2018 al 2022 recomienda que la educación de la ciudadanía en la materia sea abordada a través de programas de educación secundaria y universitaria, atendiendo así a la causa principal de negativa familiar reportada que es la expresión en vida del fallecido”.

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