Diez medidas para una buena protección solar

Con el comienzo de las vacaciones de verano y las altas temperaturas es común pasar más tiempo al aire libre, por lo que aumenta la exposición al sol y a la radiación ambiental, y con ellos sus dañinos efectos para la piel.

Este órgano no está preparado para recibir tanta radiación solar, por lo que es fundamental protegerlo.

La Dra. Pilar Bofill, dermatóloga de la Clínica Universidad de los Andes, enfatiza que “no existe el bronceado seguro o sano, ya que es un mecanismo que tiene la piel para adaptarse al daño ambiental. Además, una exposición al sol sin protección puede implicar ciertos riesgos como quemaduras, envejecimiento cutáneo prematuro y cáncer de piel”.

Es importante el uso de manga larga, sombrero y anteojos de sol con protección UV. Asimismo, evitar la exposición solar entre las 11:00 y las 16:00 horas, que es cuando hay mayor radiación ultravioleta, y mantenerse a la sombra la mayor cantidad de tiempo posible.

Cómo usar bien un fotoprotector

La Dra. Bofill entrega algunas pautas para su correcta aplicación:

• Preferir protector solar 30 o más (SPF 30+)
• Que sea de amplio espectro, es decir, que proteja contra rayos UVA y UVB
• Aplicarlo 20 minutos antes de exponerse al sol, en piel seca
• En un adulto de tamaño promedio, aplicar 30 a 35 ml cada vez en todo el cuerpo, lo que equivale a unas 9 cucharaditas de té
• En niños menores de seis meses de edad, no se recomienda su uso, por lo que no hay que exponerlos al sol
• Reaplicarlo cada dos horas. Si se mete al agua o transpira, volver a aplicar inmediatamente
• Fijarse en que no quedan partes descubiertas, como el cuello, orejas, antepié o pliegues
• Respetar la fecha de vencimiento
• Si el fotoprotector tiene más de un año abierto, hay que desecharlo
• Utilizarlo todo el año, porque la radiación solar también se da en invierno.

Una de las herramientas más utilizadas para cuidarse del sol es el fotoprotector, pero no basta con usarlo, hay que aplicarlo bien.

“Las personas suelen utilizar menos de la mitad de lo que realmente deben. Además, la protección se va perdiendo a lo largo de las horas. Por eso, hay que siempre reaplicarlo”, finaliza la Dra. Bofill.

Fuente: Clínica Universidad de los Andes.

Compartir este artículo

Artículos relacionados