¿Cómo la fuerza muscular se puede transformar en un seguro de vida?

Daniel Jiménez Lupión, doctorante de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada en España, se encuentra en Chile realizando su tesis para demostrar, a través de un dinamómetro electromecánico funcional, que el entrenamiento de fuerza es eficaz contra las alteraciones metabólicas.

“Toda la literatura demuestra que el ejercicio físico está vinculado a la buena salud. Y ahora comprobamos que los ejercicios que emplean fuerza, son aún más efectivos. Entonces, la idea de este dinamómetro, es medir qué cantidad de fuerza necesita una persona en su entrenamiento para que estos sean positivos y ayuden a su salud”, explica Jiménez.

El investigador desarrolla este trabajo en el Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación de la Universidad de la Frontera (UFRO), producto de diversos contactos con instituciones españolas con el fin de conocer en profundidad el uso del dispositivo, crear protocolos y aplicar este nuevo conocimiento en la población.

Fuerzas a la medida de la tercera edad

Para el experto, no solo se trata de realizar algún ejercicio. “Si hay un control de la fuerza exacta que cada persona debe hacer en sus rutinas, los resultados pueden ser grandiosos, modificando resultados con especial interés en quienes sufren de alteraciones metabólicas”, afirma.

“El entrenamiento de fuerza es una modalidad de ejercicio en la que nuestro sistema neuromuscular debe producir fuerza ante una resistencia. Esta resistencia puede ser una pesa, una banda elástica o incluso nuestro propio peso corporal”, expone Jiménez.

“Un ejercicio tan simple como sentarse y levantarse de una silla, realizado en cuatro o seis series de 10 repeticiones a lo largo del día (tres por la mañana y tres por la tarde), puede ser efectivo para mejorar la fuerza del tren inferior y la movilidad de los adultos mayores”, ejemplifica.

Seguro de vida

La tesis doctoral del investigador está enfocada en relacionar el perfil fuerza y velocidad como índice de calidad muscular y predictor de caídas en adultos mayores.

“Una de las preocupaciones más significativas en la tercera edad es el estado de salud y sus costes económicos. Ahora sabemos que el entrenamiento de fuerza ayuda a esta situación de dependencia”, reflexiona el académico.

“Es interesante evaluar el estado de estas personas y diseñar programas de entrenamiento para ellos. No queremos que por una lesión se genere una aversión al entrenamiento. Y en los adultos mayores, la mejora no solo es a nivel físico, ese bienestar a nivel mental y emocional. En definitiva, la fuerza muscular es un seguro de vida”, concluye.

Fuente: Universidad de la Frontera.

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