Especialistas advierten los riesgos de realizar dietas para perder peso en pocos días

Comienza el verano y con ello aumenta la necesidad de algunas personas de bajar rápidamente de peso. El problema es que muchas veces se realizan con métodos autodenominados milagrosos sacados de internet que no suelen ser muy saludables.

El Dr. Juan Carlos Vega, nutriólogo de la Clínica las Condes, explica qué las dietas restrictivas “son pautas no personalizadas de muy bajo aporte calórico, normalmente desequilibrada en nutrientes o muy cargada a uno en particular, incompatible con unos hábitos alimentarios saludables sostenibles en el tiempo”.

Para el profesional, estas modas “prometen bajas de peso muy rápidas que generan un estado de mayor apetito permanente que puede generar una mala relación con la alimentación e incluso trastornos alimentarios”.

Efectos en la salud mental

Según la Dra. María Beatriz Banfi, psiquiatra de Clínica Las Condes, este tipo de régimen alimentario exprés “puede gatillar diferentes trastornos de la conducta alimentaria tales como la anorexia, en personas con rasgos de personalidad rígidos, obsesivos y perfeccionistas, asociados al miedo a ganar peso nuevamente, hacen que se perpetúe la baja de peso con los riesgos que esto conlleva”.

Por otro lado, agrega, “en personas menos rígidas que no logran sostener ese patrón restrictivo pueden desarrollar un trastorno por atracones (ingesta de volúmenes excesivos de comida en corto tiempo) y subir de peso rápidamente con la sensación de descontrol inminente, o bien, comenzar a controlar los atracones con conductas purgativas como vómitos, uso de laxantes, diuréticos, actividad física excesiva y desarrollar una bulimia”.

Pedir ayuda

Ambos especialistas indican que, en ningún caso, las dietas restrictivas o exprés son recomendables.

El Dr. Vega alerta que este método “tiene a mediano y largo plazo más efectos adversos que beneficiosos”, por lo que, “siempre es aconsejable estar supervisado por un especialista para no tener efectos nocivos”.

La Dra. Banfi enfatiza que “no hay que hacer dietas restrictivas nunca” y es necesario “identificar si se tiene una mala relación con la comida y pedir ayuda”.

Efecto rebote

El nutriólogo comenta que una de las preguntas recurrente en pacientes que han realizado estos tipos de planes de alimentación, es por qué cuándo finaliza se recupera tan rápidamente el peso perdido.

“Cuando alteramos las señales de apetito y nos forzamos a no comer, el cuerpo activa conductas compensatorias que determinan más hambre y más ansiedad. Cuando la Leptina está baja (hormona secretada en relación con la cantidad de tejido adiposo), inmediatamente, el hipotálamo se encarga de inclinar las señales hacia un mayor apetito, menor saciedad, menor gasto energético y el resultado es la fácil y rápida recuperación del peso perdido”, explica el Dr. Vega.

Según el experto, este es el llamado efecto rebote, que en muchos casos genera en pacientes “una gran carga de culpa y frustración”.

Las principales consecuencias de realizar este tipo de dietas exprés son:

• Deshidratación.
• Fatiga.
• Alteraciones del ánimo.
• Lesiones musculares u óseas.
• Trastornos alimentarios.
• Deficiencias nutricionales.

Excesiva preocupación por el peso

La psiquiatra expone que “la excesiva preocupación por el peso podría deberse a diversas situaciones como presión social y familiar, la moda, el ideal de belleza femenina o situaciones emocionales complejas como abuso sexual u otros tipos de trauma, conflictos familiares y antecedentes de trastornos de la conducta alimentaria en la familia”.

Para el Dr. Vega, lo relevante es “entender que la idea es generar un cambio en el estilo de vida y no hacer una dieta estacional”. Además, “la baja de peso como número no es el objetivo, este debe ser mantener una composición corporal saludable, es decir un porcentaje de grasa y masa muscular adecuado para la edad”.

El especialista afirma que muchas veces el peso es el foco principal de los pacientes, “pero hacer que entiendan que la optimización de su composición corporal les permitirá mantener un peso saludable, sostenible y un estado de salud optimo es lo primordial”.

Para ello, se requiere mantener una buena hidratación, aumentar la actividad física, privilegiar alimentos menos procesados, mantener buenos hábitos alimentarios, horarios estructurados y porciones adecuadas.

Fuente: Clínica Las Condes.

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