El American College of Physicians (ACP) publicó una actualización con nuevas recomendaciones clínicas para el tratamiento de la osteoporosis primaria y la baja masa ósea en adultos.
La guía sugiere a los bifosfonatos como tratamiento farmacológico inicial para reducir el riesgo de fracturas en varones y mujeres posmenopáusicas diagnosticados de osteoporosis primaria.
En el artículo, divulgado por la revista Annals of Internal Medicine, se plantea que la osteoporosis primaria (que no es secundaria a una afección o medicamento por separado) se caracteriza por una disminución de la masa y la densidad ósea y una reducción de la resistencia ósea que conduce a un mayor riesgo de fractura.
Según datos entregados por la ACP, las fracturas de cadera y columna vertebral son las más comunes y representan el 42% de todas las fracturas osteoporóticas. Éstas se asocian con morbilidad y mortalidad graves, y las personas con fracturas prevalentes tienen un riesgo mucho mayor de tener futuras lesiones.
En general, detalla la guía, se estima que 10,2 millones de personas de 50 años o más en los Estados Unidos tienen osteoporosis, y alrededor de 43,3 millones de personas tienen una masa ósea baja asociada con un alto riesgo de progresión a la osteoporosis.
Principales directrices
El comité de Guías Clínicas de la ACP basó estas recomendaciones en una revisión sistemática actualizada de la evidencia y las calificó utilizando el sistema GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation).
Como principal conclusión, la ACP recomienda que los médicos usen bisfosfonatos para el tratamiento farmacológico inicial para reducir el riesgo de fracturas en hombres y mujeres posmenopáusicas diagnosticadas con osteoporosis primaria.
La guía también sugiere que los médicos usen el inhibidor del ligando RANK (denosumab) como tratamiento farmacológico de segunda línea para reducir el riesgo de fracturas en hombres y mujeres posmenopáusicas diagnosticadas con osteoporosis primaria que tienen contraindicaciones o experimentan efectos adversos de los bisfosfonatos.
La ACP recomienda que, para reducir el riesgo de fracturas solo en mujeres con osteoporosis primaria con riesgo muy alto de fractura, se utilice el inhibidor de la esclerostina (romosozumab) o PTH recombinante (teriparatida, evidencia de certeza baja), seguido de un bisfosfonato.
Por último, la publicación apunta a que los especialistas adopten un enfoque individualizado con respecto a si iniciar el tratamiento farmacológico con un bisfosfonato en mujeres mayores de 65 años con baja masa ósea (osteopenia) para reducir el riesgo de fracturas.
Duración del tratamiento
La osteoporosis es una enfermedad esquelética que se caracteriza por el adelgazamiento del hueso acompañada de un deterioro del tejido óseo que provoca un aumento del riesgo de fracturas.
La guía, actualizada desde 2017, examina nuevas pruebas sobre la eficacia de los péptidos relacionados con la hormona paratiroidea humana, los inhibidores de la esclerostinas y la eficacia comparativa de los tratamientos.
En el caso de las mujeres posmenopáusicas y hombres con osteoporosis primaria, los bifosfonatos presentaron el balance más favorable entre beneficios, daños, valores y preferencias de los pacientes.
Además de los beneficios clínicos expuestos en el artículo, los bifosfonatos son más económicos que otros tratamientos farmacológicos y están disponibles en formulaciones genéricas orales e inyectables.
Según la ACP, la evidencia apunta que aumentar la duración del tratamiento con bifosfonatos más allá de los 3 o 5 años reduce el riesgo de nuevas fracturas vertebrales, pero no el riesgo de otras fracturas. Sin embargo, hay un mayor peligro de daños a largo plazo.
La guía propone que se debe considerar la interrupción de los bifosfonatos después de cinco años de medicación, a menos que haya una fuerte indicación para continuar con dicho tratamiento.