Especialistas entregan recomendaciones para prevenir la gastroenteritis infantil de verano

El calor de la época estival facilita la aparición de bacterias, virus o parásitos, tanto en los alimentos como en el agua, por lo que es común que se puedan presentar infecciones o intoxicaciones alimentarias.

La gastroenteritis es una de ellas y consiste en una inflamación de la mucosa del estómago y los intestinos, siendo una enfermedad muy frecuente en el verano, sobre todo en niños y niñas menores de 5 años.

La principal vía de contagio es por el contacto con personas, objetos, agua o alimentos contaminados con el microorganismo, por lo tanto, es fundamental que toda la familia tenga el hábito de lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.

Cadena de frío

La Dra. Paula Guzmán, jefa del Servicio de Pediatría de la Clínica Universidad de los Andes, señala que «durante el verano, se consumen muchos alimentos crudos como frutas, verduras, pescados y mariscos”.

“La recomendación es lavar muy bien las frutas y verduras, y cocer los pescados y mariscos. Además, durante las vacaciones, hay que tener especial cuidado con el agua que se ingiere, ya que, de no ser potable, debe ser hervida antes de su consumo”, sugiere.

En esta estación del año, dice la especialista, hay que tener especial cuidado con no romper la cadena de frío cuando se compra en el supermercado, por lo que se aconseja transportar los alimentos en recipientes adecuados.

Además, no es recomendable realizar desplazamientos muy largos con alimentos que necesitan refrigeración como carnes, pescados, mariscos, huevos y salsas, todos ellos muy sensibles a las altas temperaturas.

Urgencias

Otro riesgo asociado a que aumenten las intoxicaciones o infecciones gastrointestinales es el aumento de consumo de productos comprados en las calles o comercio no establecido.

«Si la diarrea y los vómitos son muy intensos, si la persona no se ve bien o tiene mucho dolor, debe ser trasladada a un servicio de urgencia, porque puede resultar en algo más complicado”, alerta el Dr. Carlos Rivera, médico jefe de la Unidad de Urgencia de la Clínica Universidad de los Andes.

El experto sostiene que si el paciente puede hidratarse por vía oral, es importante que ingiera tanto agua como electrolitos (sopa o bebida energética, por ejemplo), y evitar cualquier alimento pesado.

La mayoría de estos cuadros requiere de cuidados por dos o tres días, durante los cuales se debe seguir una dieta liviana, blanda y sin residuos (evitar frutas o verduras, frescas o cocidas).

Causas de la gastroenteritis

• Virus intestinales, que suelen ser muy contagiosos.
• Bacterias, que en su mayoría son muy similares a las que se encuentran en la flora intestinal. Sin embargo, en algunos casos, como la salmonelosis, son infecciones originadas por bacterias que pueden provocar la inflamación del intestino.
• Parásitos microscópicos, que pueden aparecer por no cocer bien carnes, pescados y mariscos o consumir agua de pozos, aunque el riesgo es mayor en países con sistemas de aguas menos desarrollados.

Por lo general, la gastroenteritis dura entre tres y siete días, presentando los siguientes síntomas:

• Deposiciones líquidas (diarrea)
• Vómitos
• Malestar general
• Fatiga
• Inapetencia
• Dolor abdominal leve o moderado
• Fiebre
• Escalofríos
• Sudoración

Deshidratación

Si un niño o niña presenta estos síntomas, la pediatra aconseja darle abundante líquido durante el día, de manera fraccionada, pues lo más importante es evitar la deshidratación. Puede ser agua potable, mineral sin gas, agua de cocción de manzana o sales hidratantes.

La Dra. Guzmán enfatiza que “cuando el niño se encuentra deshidratado, no logra tener la ingesta adecuada de líquidos, tiene exceso de diarrea o vómitos, presenta diarrea con sangre o tiene fiebre muy alta por más de dos días, debe consultar al médico para que este defina si requiere otro tipo de tratamiento u hospitalización”.

Fuente: Clínica Universidad de los Andes.

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