Con el fin dar visibilidad a esta patología catalogada como rara, cada 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Kawasaki (EK), un trastorno potencialmente fatal que afecta principalmente a niñas y niños menores de 5 años.
La EK fue descrita en el año 1967 por el pediatra japonés Dr. Tomisaku Kawasaki, y corresponde a una vasculitis aguda autolimitada. Si bien tiene una mayor prevalencia en lactantes e infantes pequeños, en menor medida puede afectar a adolescentes y adultos.
Según un estudio sobre características epidemiológicas y estudios clínicos de la enfermedad de Kawasaki publicado por la OMS en 2020, alrededor del 80% de las personas que padecen este trastorno tienen entre 1 y 5 años.
Teorías de su causa
El equipo de pediatría de la Clínica Las Condes señala que esta afección se puede definir como la inflamación de los pequeños y medianos vasos sanguíneos, que son los encargados de transportar la sangre por el cuerpo.
La EK es una de las principales causas de enfermedad cardíaca adquirida en niños y niñas menores de 5 años en el mundo. Sin embargo, aún se desconoce la causa de esta enfermedad.
Existen diferentes teorías que explicarían su aparición, siendo una de las más aceptadas aquella que indica su origen a partir de una infección a través de un agente desconocido en niños, niñas o pacientes adultos genéticamente susceptibles.
Otras hipótesis indican que la EK se produciría después de una infección bacteriana o viral que estaría relacionada con otros factores ambientales.
Lo que sí ha demostrado la evidencia científica, es que esta patología no es trasmisible de persona a persona.
¿Cuál es la sintomatología?
Para hacer un análisis certero de la EK, los expertos dicen que los síntomas que se presentan se agrupan en “criterios diagnósticos”.
En primer lugar, si el niño o niña padece fiebre sin una causa que lo explique durante cinco días o más, y si sumado a esto presenta al menos cuatro de los siguientes signos y síntomas:
• Sarpullido en la parte principal del cuerpo o en la zona genital, sin vesículas.
• Adenopatías cervicales (agrandamiento de un ganglio linfático del cuello) o al menos 1 ganglio de mayor tamaño.
• Ojos extremadamente rojos sin secreción.
• Labios rojos, secos y agrietados junto con lengua extremadamente roja e hinchada.
• Piel roja e hinchazón en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, con posterior descamación de la piel de los dedos de ambas extremidades.
Otros signos y síntomas que pueden desarrollarse son:
• Dolor abdominal.
• Diarrea.
• Irritabilidad.
• Dolor articular.
• Vómitos.
Si el niño o niña presenta fiebre que dure más de tres días, que sea de difícil manejo y si presenta alguno de los síntomas descritos anteriormente, es necesario consultar con un especialista pediátrico, ya que un diagnóstico precoz ayudará a evitar y reducir al mínimo las complicaciones.
Tratamiento
La EK se aborda mediante el uso de la inmunoglobulina a través de vía intravenosa y se realiza en un centro de salud, dado que el paciente debe ser hospitalizado.
Si esta terapia se administra en las etapas tempranas de la enfermedad disminuye el riesgo de presentar complicaciones como aneurismas coronarios. Además, se pueden utilizar diferentes medicamentos para tratar los otros síntomas asociados como la fiebre.
Con el tratamiento adecuado y, diagnosticado a tiempo, solo unos pocos pacientes quedan con daños permanentes.
Posibles complicaciones
Según indica el equipo de pediatría de CLC, si la enfermedad de Kawasaki no es abordada de manera temprana podría traer diferentes complicaciones a la salud.
“Dentro de las complicaciones cardíacas están la inflamación de los vasos sanguíneos, en especial las arterias coronarias que aportan sangre al corazón, lo que provoca debilidad y dilatación de la pared de la arteria (aneurisma) aumentando el riesgo de la formación de coágulos sanguíneos, inflamación del músculo del corazón y problemas en el funcionamiento de las válvulas cardiacas”, exponen.
Los médicos advierten que “en un porcentaje muy pequeño de niños que tienen problemas en las arterias coronarias, esta patología puede causar la muerte”.
Fuente: Clínica Las Condes.