Día Internacional de la Epilepsia: nuevos tratamientos mejoran la vida de los pacientes

Desde hace ocho años se conmemora el Día Internacional de la Epilepsia, efeméride que busca educar a las personas sobre esta patología crónica neuronal que sufren aproximadamente 65 millones de personas en todo el mundo.

La epilepsia es un trastorno neurológico en el que la actividad del cerebro es anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamiento inusuales, sensaciones y, en algunos casos, pérdida de la consciencia.

Según explica el neurocirujano de Mayo Clinic, Dr. Jamie Van Gompel, “cualquier persona puede padecer esta enfermedad, y ésta afecta a hombres y mujeres de todas las razas, orígenes étnicos y edades”.

Medicamentos y cirugía

Respecto de la variedad de tratamientos posibles, el experto plantea que actualmente es mucho más amplia. En algunos casos, se necesita de por vida para controlar las convulsiones, pero otras dejan de padecerlas con el tiempo.

“Realmente hemos mejorado los resultados para los pacientes. Creo que es importante analizar las opciones de tratamiento porque pueden tener repercusiones trascendentales y significativas en la vida de los pacientes», sostiene.

En relación a los medicamentos contra la epilepsia, el Dr. Van Gompel afirma que también se han renovado y siguen siendo la forma más común de tratarla.

La cirugía abierta para extraer la parte del cerebro que provoca las convulsiones es todavía una opción de tratamiento importante cuando no se puede controlar con fármacos.

Tratamientos más recientes:

• Estimulación cerebral profunda

En este caso, se usa un dispositivo que se coloca en una zona muy profunda en el cerebro de manera permanente. El dispositivo libera señales eléctricas programadas regularmente que alteran la actividad que provoca la convulsión. Este procedimiento se realiza a través de imágenes por resonancia magnética. El generador que envía el impulso eléctrico se implanta en el pecho.

• Neuroestimulación receptiva

Estos dispositivos implantables y parecidos a un marcapasos pueden ayudar a reducir en gran medida la frecuencia de las convulsiones.

Los mecanismos de estimulación receptiva analizan los patrones de actividad del cerebro para detectar las convulsiones en el momento en que comienzan y para enviar una descarga eléctrica o un medicamento que las detenga antes de que provoquen una discapacidad. Las investigaciones demuestran que esta terapia tiene muy pocos efectos secundarios y que puede ofrecer un alivio a largo plazo en cuanto a las convulsiones. Este dispositivo se coloca en la cabeza.

• Terapia térmica intersticial inducida por láser

Esta terapia es menos invasiva que la cirugía de extirpación. En este caso, se usa un láser para marcar de manera precisa y destruir una pequeña porción de tejido en el cerebro. El láser se guía con imágenes por resonancia magnética.

• Cirugía de invasión mínima

Las nuevas técnicas quirúrgicas de invasión mínima, como la ecografía focalizada guiada por imágenes por resonancia magnética, son prometedoras para tratar las convulsiones con menos riesgos que la cirugía con cerebro abierto tradicional.

Inteligencia artificial

El Dr. Van Gompel señala que “si no ha tenido una cita con un especialista en los últimos cinco años, debería acudir a un epileptólogo», ya que “los tratamientos contra la epilepsia cambian tan rápidamente ahora que posiblemente haya alguno nuevo que pueda ayudar».

El especialista expone que el uso de inteligencia artificial y de aprendizaje automático ayudarán a los neurólogos y neurocirujanos a continuar mejorando las opciones de tratamiento y los resultados.

«Creo que, en las próximas décadas, entenderemos la estimulación cerebral lo suficiente como para evitar que tengamos que extraer tejido del cerebro otra vez. Quizás seamos capaces de tratar a ese cerebro que trabaja mal con electricidad o alguna otra cosa. Posiblemente sea una administración de medicamentos directamente en la zona para rehabilitarla y lograr que la corteza funcione nuevamente. Eso es lo que esperamos», anticipa el neurocirujano.

Fuente: Mayo Clinic.

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