La importancia de ser “responsables y precavidos” para evitar el cáncer de piel

El cáncer de piel, tipo melanoma y no melanoma, ha aumentado progresivamente a nivel mundial en las últimas décadas. Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), la tasa de incidencia de esta enfermedad en Chile se ha incrementado de 20 a 25 casos por cada 100 mil habitantes, ubicándose como uno de los tres tipos de cánceres más comunes en el país.

La dermatóloga de la Clínica Indisa, Dra. Nicole Jadue, remarca que frente a esta realidad “es importante ser responsables y precavidos con esta enfermedad, ya que un diagnóstico oportuno en etapas precoces puede ser incluso con intención curativa. Para esto, hay unos consejos muy sencillos que debemos seguir”.

Principales consejos

Si bien el daño solar es acumulativo y no hay forma de revertir la exposición que la persona ha tenido a lo largo de su vida, es clave generar algunos cambios conductuales para la prevención de la fotoexposición desde la edad temprana.

• No exponerse al sol directamente entre las 11:00 y las 17:00 horas.

• Privilegiar las medidas físicas de protección solar (uso de sombreros tipo legionario o de ala ancha, gafas, ropa con protección UV o pantalón y camisas/poleras de mangas largas).

• Uso de fotoprotectores que consideren la radiación ultravioleta A y B (UVA/UVB), así como el espectro de luz visible, con un factor de protección solar (SPF) idealmente 50 o superior para todas aquellas áreas expuestas (rostro, orejas, cuello, escote y dorso de manos). Este debe aplicarse todos los días independiente de la exposición solar, 30 minutos antes de salir, y reaplicarse cada 2 a 3 horas en caso de exposición solar o 1 hora en caso de contacto con agua o sudor.

• Beber al menos 2 litros de agua al día e hidratarse cada 2 horas. Tras la exposición solar aplicar abundante crema hidratante.

• Extremar la protección solar frente a situaciones deportivas o recreacionales expuestas al sol (búsqueda de la sombra o uso de quitasoles). No olvidar que en días nublados también hay traspaso de radiación ultravioleta.

• Si bien el uso de filtros solares está autorizado en niños a partir de los seis meses, lo más importante es no exponer al sol a los menores de 2 años. En caso de exposición, usar en conjunto medidas físicas (ropa y gafas) con las medidas químicas (filtros solares).

• Control anual con tu dermatólogo(a).

Datos relevantes sobre el cáncer de piel

• El cáncer de piel es más frecuente entre las personas de fototipos claros (grupos raciales con piel blanca, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo).

• Aunque el daño solar (fotodaño) es proporcional al tiempo de exposición, hay situaciones que pueden ser cortas en tiempo, pero particularmente dañinas, como el uso de solarium y los episodios de quemaduras solares (daño irreversible para la piel).

• Esta enfermedad puede afectar cualquier parte de la piel, sin embargo, es más frecuente en las áreas con mayor exposición a los rayos solares, como son la cara, el cuello, las orejas y las extremidades.

• Entre el 50 y 90% de los cánceres de piel es causado por la radiación ultravioleta (cáncer de piel no melanoma).

• En nuestro país, se estima que al menos 10 de cada 100 mil habitantes padecen esta enfermedad, siendo más prevalente en el norte y en población adulta.

• Los estudios indican que entre los 15 y 20 años ya hemos absorbido el 80% de la radiación UV que deberíamos haber recibido en toda la vida.

El ABCDE de los lunares

Si bien la exposición solar es el factor de riesgo más importante para esta enfermedad, no todos los tipos de cáncer de piel están relacionados con ella, por lo que además de la fotoprotección, el autoexamen de los lunares es una importante medida de prevención.

Esta medida facilita el diagnóstico precoz de lesiones sospechosas y, por lo tanto, favorece el acceso oportuno a tratamiento, lo que se traduce en mejores tasas de curación y sobrevida de la enfermedad.

Para tal objetivo, se creó la llamada “Regla del ABCDE”, que consiste en un acrónimo que evalúa las siguientes características de los lunares:

• A de asimetría: un lunar se considera asimétrico si al dividirlo en cuatro cuadrantes estos no sean iguales entre sí.

• B de bordes: lunares con bordes irregulares o límites poco nítidos, difíciles de limitar.

• C de color: toda lesión que posea más de dos colores (azul, negro, café, rojo o blanco) o que tenga una distribución irregular del pigmento (pigmentación intensa en la periferia o áreas de despigmentación) son consideradas de riesgo.

• D de diámetro: lunares cuyo diámetro es mayor o igual a seis milímetros.

• E de evolución: lunares que evolucionan con respecto a su situación inicial. Esto es que cambien en cualquiera de sus características con respecto a su situación previa.

Fuente: Clínica Indisa.

Compartir este artículo

Artículos relacionados