Trastornos del sueño: ¿Cuáles son y cómo afectan al organismo?

Los trastornos del sueño son afecciones que alteran la manera de dormir de las personas. Esto puede provocar diversos problemas en la salud o la calidad de vida, señala Mayo Clinic, una entidad sin fines de lucro dedicada a la educación e investigación medicinal.

Sin embargo, no existe un único trastorno, sino varios. Entre ellos, las fuentes médicas mencionan cuatro afecciones principales, cada una con características particulares, que detalla un reportaje del portal National Geographic.

Algunos de los síntomas de los trastornos del sueño incluyen respiración irregular, somnolencia diurna excesiva o incremento en el movimiento al dormir o al intentar conciliar el sueño.

Estos son los trastornos del sueño más comunes:

• Insomnio

Es la incapacidad de iniciar o mantener el sueño. La persona se despierta horas antes de lo planificado y no logra volver a dormir. Esto puede causar un deterioro funcional durante el día, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Dentro de este trastorno del sueño está el insomnio psicofisiológico crónico, que puede resultar de un factor estresante sumado al miedo a no poder conciliar el sueño. Quienes lo padecen suelen descansar mejor cuando no están en su propia cama, señala la fuente.

Los episodios de insomnio pueden variar su duración entre 2 ó 3 semanas (a corto plazo) o perdurar en el tiempo (crónicos), indica MedlinePlus, un servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

• Narcolepsia

La narcolepsia es una afección caracterizada por somnolencia diurna excesiva junto a debilidad muscular repentina, que puede estar relacionada con una emoción fuerte o sorpresa, según los CDC.

Los episodios de narcolepsia suelen ser descritos como “ataques de sueño” que pueden darse en momentos inusuales, por ejemplo al caminar o realizar actividad física.

La narcolepsia puede ser hereditaria. Sin embargo, los especialistas no saben con exactitud las causas, ya que existe la posibilidad que haya más de un factor desencadenante.

• Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un tipo de trastorno que provoca un impulso irrefrenable de mover las piernas por una molestia o sensación de incomodidad.

Puede aparecer a cualquier edad y empeora con el paso de los años. Se produce cuando la persona está sentada o recostada, durante la tarde o la noche.

El SPI suele identificarse con un molesto “arrastre”, que puede sentirse como si naciera en la parte inferior de las piernas. Dicha incomodidad provoca dificultades para poder dormir y la manera de aliviarlo es moviendo las piernas.

Mayo Clinic destaca que, a menudo, no hay causa conocida para esta afección. No obstante, las anomalías que ocurren en el neurotransmisor llamado dopamina se han asociado con el síndrome de piernas inquietas, aclaran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

• Apnea del sueño

Es una afección que ocurre mientras la persona está durmiendo. En estos casos, la respiración se detiene en reiteradas ocasiones durante el sueño.

Esto imposibilita que el cuerpo obtenga el oxígeno necesario y suficiente, detalla el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) perteneciente a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

La entidad distingue dos tipos de apneas del sueño:

Apnea obstructiva del sueño: es la más común. Se da cuando las vías respiratorias superiores se bloquean en múltiples ocasiones durante el descanso, lo que reduce o frena completamente el flujo de aire. Amígdalas grandes u obesidad son factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollarla.

Apnea central del sueño: en este caso, es el cerebro el que no manda las señales necesarias para respirar. Hay afecciones médicas que impactan en el control que tiene el cerebro sobre las vías respiratorias y los músculos torácicos.

Ante la presencia de alguno de los síntomas desarrollados, se debe consultar a especialistas en el tema para un correcto y adecuado tratamiento, coinciden las fuentes.

Fuente: National Geographic.

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