Investigadores de Mayo Clinic utilizaron un nuevo enfoque de la quimioterapia para más que duplicar la tasa de supervivencia típica de los pacientes con cáncer de estómago y metástasis peritoneal, según un estudio publicado en Anales de Oncología Quirúrgica.
El cáncer de estómago, también conocido como cáncer gástrico, es causado por un crecimiento incontrolado de células que comienza en el estómago. La mayoría se descubren cuando la enfermedad ya se ha diseminado y las posibilidades de curación son menos probables.
“Estamos viendo un aumento en el cáncer de estómago en personas más jóvenes y que tiende a ser más avanzado. Desafortunadamente, cuando se disemina al peritoneo, la terapia sistémica es el tratamiento primario, lo que resulta en solo un año de vida en promedio. Nuestro equipo de investigación estaba decidido a mejorar los resultados para estos pacientes para que puedan pasar más tiempo con sus familias y amigos”, dice el Dr. Travis Grotz, oncólogo quirúrgico.
Baños de medicamentos calentados
En el estudio, los pacientes se sometieron a cirugía citorreductora para extirpar todos los tumores cancerosos visibles en el estómago y la cavidad abdominal, seguidos de quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC).
Durante la HIPEC, la cavidad abdominal es bañada con medicamentos quimioterapéuticos calientes durante 90 minutos para matar las demás células cancerosas microscópicas.
Calentar los medicamentos de quimioterapia y administrarlos directamente en la cavidad abdominal permite una dosis más alta y una mayor penetración de la quimioterapia, lo que resulta en la destrucción de más células cancerosas comparado al tratamiento convencional, dicen los investigadores.
“La supervivencia media para la mayoría de los pacientes con cáncer gástrico en grado 4 es de aproximadamente 13 meses. Utilizando esta nueva combinación de medicamentos de quimioterapia durante la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica, más de la mitad (55%) de nuestros pacientes siguen vivos tres años después de la cirugía”, remarca el Dr. Grotz, autor principal del estudio.
Los investigadores siguieron clínicamente a los pacientes con imágenes y marcadores tumorales cada 3-4 meses durante los primeros dos años y luego cada seis meses. Las tasas de supervivencia general a uno, dos y tres años fueron de 96%, 78% y 55%, respectivamente.
Nuevas mejoras
El equipo de investigación está buscando mejorar aún más estos resultados mediante la realización de procedimientos similares robóticamente para requerir incisiones abdominales más pequeñas.
El objetivo es disminuir la duración de las hospitalizaciones y las tasas de complicaciones y acelerar la recuperación para que los pacientes puedan volver a disfrutar de sus vidas.
Eventualmente, el Dr. Grotz espera realizar este procedimiento incluso antes del diagnóstico para evitar la propagación del cáncer de estómago al peritoneo.
“A las personas con cáncer gástrico generalmente se les dice que no tienen esperanza ni opciones. Cuando era estudiante de medicina, estaba motivado para entender el cáncer por completo, cómo tratarlo para realmente generar un impacto significativo y curar a algunos de estos pacientes o prolongar su supervivencia o ayudar a aliviar sus síntomas”, señala el Dr. Grotz.
“Aunque todavía tenemos un largo camino por recorrer, hemos logrado un gran progreso y continuaremos progresando para brindar esperanza y curación a nuestros pacientes”, valoró.
Fuente: Mayo Clinic.