Recomendaciones para que celíacos escojan de la mejor manera sus alimentos

Para muchos celíacos comer es un desafío porque el gluten, la proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, está presente en casi el 70% de los alimentos elaborados. Por eso ser capaces de reconocer los ingredientes y aprender a leer las etiquetas de los productos antes de consumirlos es una gran herramienta para evitar problemas gastrointestinales.

La celiaquía o intolerancia al gluten presenta una sintomatología tradicional que se traduce en dificultades en el sistema digestivo, como dolor abdominal, diarrea, meteorismo, entre otros signos. También es posible que se manifieste a través de úlceras bucales, fatiga e irritabilidad.

Para evitar inconvenientes a partir del consumo de alimentos que contengan gluten, la empresa de alimentación Compass Group entrega recomendaciones para aprender a leer el etiquetado de los productos antes de comerlos.

• Poner atención a los sellos: si la etiqueta incluye un sello con los siguientes logos: “Sin T.A.C.C.” (trigo, avena, cebada y centeno), “Sin Gluten” o “Gluten Free”, es un producto apto para el consumo de celíacos.

• Ingredientes y sus derivados: si la etiqueta incluye entre sus ingredientes cereales como trigo, cebada, centeno, espelta, kamut, escanda, triticale, o sus derivados, no es un alimento recomendable para celíacos o personas sensibles al gluten.

• Líneas de manufactura: si el rótulo indica que el alimento fue elaborado en líneas compartidas, es probable que haya sido expuesto a contaminación cruzada, por lo que se recomienda evitar su consumo.

• Ojo con las pequeñas cantidades: si se indica que el producto contiene “trazas de gluten”, su consumo no es idóneo. Si bien se presenta en pequeñas cantidades, es mejor evitar ese tipo de alimentos. Un paciente celíaco debe evitar totalmente ingerir gluten.

Para llevar una alimentación saludable, se recomienda a los pacientes celíacos evitar consumir alimentos ultraprocesados que pueden contener aditivos nocivos, y optar por alimentos naturales y frescos.

Esto incluye productos de origen animal como huevos y lácteos, carnes y pescados, aceites, manteca, crema de leche y una variedad de embutidos y fiambres.

Además de cereales como arroz, maíz y quinoa, frutos secos como maní, almendras y nueces. Es importante priorizar la calidad de los alimentos para promover la salud y el bienestar.

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