El Programa de Trasplante Renal del Hospital Dr. Gustavo Fricke concretó dos trasplantes renales en una semana, hito que lo llevó a completar cuatro procedimientos de este tipo en lo que va del año.
Con las intervenciones de un paciente de Hijuelas y una paciente de Concón, el recinto de Viña del Mar alcanzó las 244 personas trasplantadas desde sus inicios en 1982.
La subdirectora Médica, Dra. Tatiana Aldunate, destacó que “seguimos con esta actividad de trasplante renal que nos caracteriza como hospital desde hace más de 20 años y estamos felices porque hay dos pacientes, muy conocidos por los nefrólogos, que pudieron obtener su riñón”.
“Está todo el equipo muy contento porque ha sido un año de hartas procuras, y esperamos que el 2024 siga en esta senda”, agregó.
“Los dos pacientes han funcionado bien”, dijo el Dr. Pablo Riera, jefe del Programa de Trasplante Renal, quien resaltó el compromiso del equipo con esta actividad.
“Cuando se habla de trasplante renal, todo el hospital Gustavo Fricke está en pos de que esto funcione. Y funciona bien, de la mano de todas las personas que ponen su granito de arena. Desde el más bajo hasta el más alto, todos están involucrados, y eso es lo que emociona y hace que tengamos estos resultados”, valoró.
En representación del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota Petorca, el Dr. Erich Liebig comentó que “este proceso es una actividad en que participan muchas personas, un equipo tremendo que ha construido una notable experiencia, un tipo de habilidades que se han perfeccionado y que culminan con el acto quirúrgico que es lograr el trasplante sin complicaciones y con la buena evolución de estos pacientes”.
Historias de trasplante
Emilio Fernández, de 57 años y proveniente de Hijuelas, se dializaba desde 2016 en Quillota y había estado en lista de espera para trasplante desde 2018.
“Estoy muy contento. Se han portado muy bien conmigo todos los doctores, la doctora Gálvez, la enfermera, todos se han portado súper bien conmigo así que voy a ser un eterno agradecido”, expresó.
La otra paciente es María Magdalena Ponce, de Concón, que cumplió 30 años en diálisis antes de acceder a su trasplante.
“Es una sorpresa, un regalo muy bonito. No tengo palabras para agradecer a la familia, porque también para ellos es difícil. Es como nacer de nuevo y tomar fuerzas para seguir adelante, porque me han pasado muchas cosas, pero gracias a Dios siempre las he superado”, comentó.