Un estudio realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), fundador del Mass General Brigham en Estados Unidos, reveló que cepas particulares de bacterias están relacionadas con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), una patología que afecta a millones de personas y está aumentando en predominio.
Los hallazgos, que se publican enCell Host & Microbe, podrían conducir a nuevos diagnósticos y tratamientos.
“La inflamación impone tremendas presiones selectivas sobre las bacterias intestinales, por lo que planteamos la hipótesis de que el microbioma intestinal podría contener linajes bacterianos únicos que no sólo se vuelven más abundantes sino que se adaptan genéticamente a estas enfermedades inflamatorias”, dijo el autor principal, Adarsh Kumbhari, investigador en Medicina del MGH.
“Para probar esto, utilizamos enfoques evolutivos para descubrir cepas bacterianas en el contexto de la EII, que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa”, agregó.
Kumbhari señaló que la identificación de estas cepas podría revelar las estrategias moleculares que utilizan las bacterias para sobrevivir durante la inflamación y descubrir nuevas interacciones microbioma-huésped que dan forma al riesgo de enfermedad.
El estudio
Para el estudio, el equipo de investigación analizó primero los genotipos de cepas bacterianas presentes en muestras de heces de miles de pacientes con EII y controles sanos.
El trabajo reveló cientos de linajes bacterianos que son más prominentes en muestras de EII, y estas cepas mostraron una asociación evolutiva a largo plazo con la enfermedad.
Luego, al analizar muestras de heces de pacientes individuales con EII a lo largo del tiempo, los investigadores encontraron que estas cepas asociadas a la enfermedad superaron a sus contrapartes sanas durante los episodios de inflamación intensa, lo que implica que habían adquirido innovaciones genéticas que les otorgaban una ventaja de supervivencia durante la EII.
Las diferencias genéticas en las cepas asociadas a enfermedades (en comparación con las cepas asociadas a la salud) se asignaron a aspectos conocidos de la inflamación, incluido el estrés oxidativo, la síntesis de nutrientes y la evasión del sistema inmunológico.
Utilidad diagnóstica
“También descubrimos que la pérdida de cepas asociadas con la salud predijo niveles fecales más altos de calprotectina, un marcador de la gravedad de la inflamación”, dijo el autor principal Christopher S. Smillie, investigador del Centro de Biología Computacional e Integrativa en MGH.
“Nuestros hallazgos podrían tener utilidad diagnóstica y también el potencial de guiar intervenciones personalizadas para la EII y otras enfermedades inmunomediadas”, resaltó.