“Sabemos mucho de las enfermedades del sueño, pero no tanto como quisiéramos”

 

Tanto en Chile como en el mundo se ha producido un importante aumento de los trastornos del sueño. Los estilos de vida modernos y el estrés han hecho que estos problemas se transformen en algo muy frecuente y que puede afectar seriamente la calidad de vida de una persona. El doctor Pedro Moya, neurólogo y especialista en sueño, conversó con Ciencia y Salud sobre cómo se clasifican los trastornos del sueño, su impacto y cómo un buen diagnóstico es fundamental para resolver estas patologías.

Doctor, se habla mucho del aumento en los problemas del sueño, qué tan cierta es la afirmación y cómo se constata en la práctica

Efectivamente han aumentado los trastornos del sueño, tanto los síntomas como las enfermedades y hay encuestas recientes de Chile que lo avalan. Pero también es verdad que hay mayor sensibilidad y se detectan más estos problemas porque hay mayor conciencia, se consulta precozmente. El ejemplo del ronquido es bastante bueno porque antes la gente roncaba, pero eso no era considerado como una enfermedad y ahora sí se consulta por esto.

¿A qué puede atribuirse este aumento y a cuánta gente afectarían estos trastornos?

Es cierto que existe un mayor número de enfermedades y esto se debe a la vida de ciudad, mayor estrés, luz artificial y cambios en el sistema: por ejemplo las mujeres tienen una estadística de trastornos del sueño más alta que los hombres por la doble responsabilidad, trabajar y ser dueña de casa o madre. Se estima que en Chile existe más del 40 por ciento de personas con problemas de sueño y en Santiago esta cifra aumenta a más del 50 porciento.

¿Existe algún trasfondo o explicación para una cifra tan importante?

Este número es tan alto porque los síntomaspueden estar en el marco de otra enfermedad psiquiátrica u otra enfermedad física, biológica y no primariamente dentro del sueño, sino que estos síntomas son agregados. Por ejemplo un insomnio o un sueño excesivo, que se llama hipersomnia, pueden ser parte de otras enfermedades como la depresión, el trastorno bipolar u otras enfermedades psiquiátricas o también físicas como la artritis reumatoide o la anemia.

¿Cómo se pueden ir identificando estos síntomas más allá de un mal dormir?

Estos síntomas se reconocen en una encuesta o entrevista de salud autoadministrada, donde la persona responde unas preguntas. Al detallar bien se puede determinar de que no se trata de un trastorno del sueño sino que de síntomas de sueño desde otro contexto, incluso transitorio de adaptación como por ejemplo después del terremoto, donde hubo bastante alteraciones del sueño, pero autolimitadas en el tiempo, entre tres semanas y un mes, que ni siquiera requerían de un tratamiento especial más que contención o algo para la angustia. Se recomendaban muy pocos medicamentos. La persona que es sana tiene mecanismos internos que van a equilibrar esta situación porque el sueño es igual que tomar agua, respirar o parpadear. Domir es vital, es un imperativo biológico.

Usted mencionaba que los síntomas pueden ser parte de otro tipo de enfermedades, ¿cómo se van diferenciando los trastornos del sueño?

Existen dos grupos grandes que se pueden diferenciar: las disomnias que son todas las enfermedades del sueño, cantidad o calidad del mismo que esté afectado, y las parasomnias que son actividades anormales que ocurren durante el sueño, como el sonambulismo que es un buen ejemplo de esto. Dentro de estas clasificaciones hay algunas enfermedades que son del sueño, pero de tipo respiratorias y ahí están los ronquidos, las apneas del sueño. Hay algunas enfermedades del sueño que tienen que ver con el reloj biológico, que tienen que ver con lafase de sueño, el reloj biológico se atrasa o se adelanta y el paciente se desregula. Por ejemplo cuando viajas y hay cambios de huso horario de un continente a otro. Este también es un tema importante y es propio de la vida moderna, hay varias personas como pilotos de avión, azafatas o gente que trabaja mucho viajando y que tiene este tipo de trastorno.

Este aumento en los trastornos del sueño es también una tendencia a nivel mundial que no solo afecta a Chile

Es una observación a nivel mundial y en la medida que el país se va desarrollando hay que ir haciendo una prevención y autocuidado muy importante, porque si no vamos a tener los mismos índices de patología. Al tener luz artificial, al tener el trabajo disponible a toda hora con los computadores y las pantallas, el sistema donde no se acaba el día porque estamos híper conectados, uno mismo tiene que saber que no es saludable perder el ritmo de alimentación, y de reposo-actividad. Si uno no se sincroniza de alguna manera con la luz y la oscuridad, que es el reloj externo, nuestro reloj interno se desregula.

¿Qué recomendaciones o medidas se deberían adoptar para evitar estos problemas’

Se recomendaría como higiene del sueño no usar tanta luz artificial acercándose la noche, empezar a atenuar y bajar la luz, marcando el ritmo uno, porque si no hay educación vamos a caer de seguro en un índice mucho mayor de enfermedades del sueño que repercuten después en enfermedades psiquiátricas secundarias peores. Si el paciente no se diagnosticó su enfermedad del sueño a tiempo, luego como comorbilidad pueden aparecer enfermedades psiquiátricas asociadas.

Qué rol juega en este sentido un buen diagnóstico oportuno de los problemas del sueño

Estamos súper orientados a que el tratamiento sea el bueno, pero si no se tiene el diagnóstico correcto, que es la hipótesis primaria tras la interrogación al paciente, es difícil. El diagnóstico correcto lleva a un buen tratamiento y es muy probable que el paciente se mejore; con un diagnóstico incorrecto, aunque sea bueno el tratamiento, no sabemos hacia dónde estamos apuntando.

¿Cuáles son los pilares del diagnóstico?

Investigar cómo despierta la persona en la mañana, si tiene un sueño reparador o no, qué nota le pone al despertar, con qué facilidad se duerme la persona en situaciones monótonas, rutinarias, en oficinas, en cines, etc. Además hay que interrogar a los pacientes sobre los hábitos de sueño, si tiene malos hábitos de sueño es muy probable que tenga trastornos derivados de esto, especialmente si son constantes.

Usted señalaba la higiene del sueño como una medida efectiva

Se habla de unas diez normas, pero todas tienen que ver con lo que comentaba de ciclarse sincronizado con la luz y la oscuridad, y están todas relacionadas con no contaminar la noche con actividades del día porque son cosas distintas. La pieza por ejemplo debería ser respetada, no contaminarla con la televisión, marcar el ritmo de que uno va a llegar a la habitación a dormir, con alguna actividad reposada,a manera de signo o rito de que llegó la hora del descanso. Es un error hacer en la pieza más actividades que no sea dormir. Además No se debe hacer ejercicios muy tarde, comer alimentos pesados de noche, estimulantes como el café o el alcohol en la noche. La higiene del sueño incluye que el paciente que se duerma cuando tenga sueño y que se despierte a una hora fija durante la mayor parte de la semana.

Cuáles son las expectativas de mejorar para un paciente que tiene trastornos del sueño, ya sea por medio de la higiene o el consumo de medicamentos

El 80 por ciento se recupera con un tratamiento multidisciplinario con otros profesionales, trabajando en equipo para lograr una solución. A veces se trabaja en centros de sueño que permiten tener a todos estos profesionales concentrados, individualmente en la consulta médica cuesta mucho, porque si a un paciente uno le entrega solo una receta va a ser una ayuda, pero de carácter parcial, incompleta. La ambición de hacer algo más a futuro tiene que ser integral, lo que no significa que siempre tenga que ser tan exhaustivo, sino tomar lo más importante de todas las áreas.

En vista de este panorama que describe, cómo ve que será la evolución de los trastornos y la medicina del sueño

Si nos comparamos con las infecciones que tienen vacunas, antibióticos y conocimiento de cuál es la causa, nosotros en la medicina del sueño estamos en pañales, estamos recién aprendiendo a clasificar, describir y solucionar los problema, casi de “parche”, paliativamente. Hay algunas enfermedades donde se sabe la causa y otras se están buscando, además el cerebro es un órgano complejo en extremo. El desarrollo apunta a saber más, conocer la etiología y patogenia, las causas y mecanismos de las enfermedades, para hacer un buen tratamiento de éstas y no de los síntomas, para así poder prevenir. Sabemos mucho de las enfermedades del sueño, pero no tanto como quisiéramos.

Dr. Pedro Moya, neurólogo

“Sabemos mucho de las enfermedades del sueño, pero no tanto como quisiéramos”

Tanto en Chile como en el mundo se ha producido un importante aumento de los trastornos del sueño. Los estilos de vida modernos y el estrés han hecho que estos problemas se transformen en algo muy frecuente y que puede afectar seriamente la calidad de vida de una persona. El doctor Pedro Moya, neurólogo y especialista en sueño, conversó con Ciencia y Salud sobre cómo se clasifican los trastornos del sueño, su impacto y cómo un buen diagnóstico es fundamental para resolver estas patologías.

Doctor, se habla mucho del aumento en los problemas del sueño, qué tan cierta es la afirmación y cómo se constata en la práctica

Efectivamente han aumentado los trastornos del sueño, tanto los síntomas como las enfermedades y hay encuestas recientes de Chile que lo avalan. Pero también es verdad que hay mayor sensibilidad y se detectan más estos problemas porque hay mayor conciencia, se consulta precozmente. El ejemplo del ronquido es bastante bueno porque antes la gente roncaba, pero eso no era considerado como una enfermedad y ahora sí se consulta por esto.

¿A qué puede atribuirse este aumento y a cuánta gente afectarían estos trastornos?

Es cierto que existe un mayor número de enfermedades y esto se debe a la vida de ciudad, mayor estrés, luz artificial y cambios en el sistema: por ejemplo las mujeres tienen una estadística de trastornos del sueño más alta que los hombres por la doble responsabilidad, trabajar y ser dueña de casa o madre. Se estima que en Chile existe más del 40 por ciento de personas con problemas de sueño y en Santiago esta cifra aumenta a más del 50 porciento.

¿Existe algún trasfondo o explicación para una cifra tan importante?

Este número es tan alto porque los síntomaspueden estar en el marco de otra enfermedad psiquiátrica u otra enfermedad física, biológica y no primariamente dentro del sueño, sino que estos síntomas son agregados. Por ejemplo un insomnio o un sueño excesivo, que se llama hipersomnia, pueden ser parte de otras enfermedades como la depresión, el trastorno bipolar u otras enfermedades psiquiátricas o también físicas como la artritis reumatoide o la anemia.

¿Cómo se pueden ir identificando estos síntomas más allá de un mal dormir?

Estos síntomas se reconocen en una encuesta o entrevista de salud autoadministrada, donde la persona responde unas preguntas. Al detallar bien se puede determinar de que no se trata de un trastorno del sueño sino que de síntomas de sueño desde otro contexto, incluso transitorio de adaptación como por ejemplo después del terremoto, donde hubo bastante alteraciones del sueño, pero autolimitadas en el tiempo, entre tres semanas y un mes, que ni siquiera requerían de un tratamiento especial más que contención o algo para la angustia. Se recomendaban muy pocos medicamentos. La persona que es sana tiene mecanismos internos que van a equilibrar esta situación porque el sueño es igual que tomar agua, respirar o parpadear. Domir es vital, es un imperativo biológico.

Usted mencionaba que los síntomas pueden ser parte de otro tipo de enfermedades, ¿cómo se van diferenciando los trastornos del sueño?

Existen dos grupos grandes que se pueden diferenciar: las disomnias que son todas las enfermedades del sueño, cantidad o calidad del mismo que esté afectado, y las parasomnias que son actividades anormales que ocurren durante el sueño, como el sonambulismo que es un buen ejemplo de esto. Dentro de estas clasificaciones hay algunas enfermedades que son del sueño, pero de tipo respiratorias y ahí están los ronquidos, las apneas del sueño. Hay algunas enfermedades del sueño que tienen que ver con el reloj biológico, que tienen que ver con lafase de sueño, el reloj biológico se atrasa o se adelanta y el paciente se desregula. Por ejemplo cuando viajas y hay cambios de huso horario de un continente a otro. Este también es un tema importante y es propio de la vida moderna, hay varias personas como pilotos de avión, azafatas o gente que trabaja mucho viajando y que tiene este tipo de trastorno.

Este aumento en los trastornos del sueño es también una tendencia a nivel mundial que no solo afecta a Chile

Es una observación a nivel mundial y en la medida que el país se va desarrollando hay que ir haciendo una prevención y autocuidado muy importante, porque si no vamos a tener los mismos índices de patología. Al tener luz artificial, al tener el trabajo disponible a toda hora con los computadores y las pantallas, el sistema donde no se acaba el día porque estamos híper conectados, uno mismo tiene que saber que no es saludable perder el ritmo de alimentación, y de reposo-actividad. Si uno no se sincroniza de alguna manera con la luz y la oscuridad, que es el reloj externo, nuestro reloj interno se desregula.

¿Qué recomendaciones o medidas se deberían adoptar para evitar estos problemas’

Se recomendaría como higiene del sueño no usar tanta luz artificial acercándose la noche, empezar a atenuar y bajar la luz, marcando el ritmo uno, porque si no hay educación vamos a caer de seguro en un índice mucho mayor de enfermedades del sueño que repercuten después en enfermedades psiquiátricas secundarias peores. Si el paciente no se diagnosticó su enfermedad del sueño a tiempo, luego como comorbilidad pueden aparecer enfermedades psiquiátricas asociadas.

Qué rol juega en este sentido un buen diagnóstico oportuno de los problemas del sueño

Estamos súper orientados a que el tratamiento sea el bueno, pero si no se tiene el diagnóstico correcto, que es la hipótesis primaria tras la interrogación al paciente, es difícil. El diagnóstico correcto lleva a un buen tratamiento y es muy probable que el paciente se mejore; con un diagnóstico incorrecto, aunque sea bueno el tratamiento, no sabemos hacia dónde estamos apuntando.

¿Cuáles son los pilares del diagnóstico?

Investigar cómo despierta la persona en la mañana, si tiene un sueño reparador o no, qué nota le pone al despertar, con qué facilidad se duerme la persona en situaciones monótonas, rutinarias, en oficinas, en cines, etc. Además hay que interrogar a los pacientes sobre los hábitos de sueño, si tiene malos hábitos de sueño es muy probable que tenga trastornos derivados de esto, especialmente si son constantes.

Usted señalaba la higiene del sueño como una medida efectiva

Se habla de unas diez normas, pero todas tienen que ver con lo que comentaba de ciclarse sincronizado con la luz y la oscuridad, y están todas relacionadas con no contaminar la noche con actividades del día porque son cosas distintas. La pieza por ejemplo debería ser respetada, no contaminarla con la televisión, marcar el ritmo de que uno va a llegar a la habitación a dormir, con alguna actividad reposada,a manera de signo o rito de que llegó la hora del descanso. Es un error hacer en la pieza más actividades que no sea dormir. Además No se debe hacer ejercicios muy tarde, comer alimentos pesados de noche, estimulantes como el café o el alcohol en la noche. La higiene del sueño incluye que el paciente que se duerma cuando tenga sueño y que se despierte a una hora fija durante la mayor parte de la semana.

Cuáles son las expectativas de mejorar para un paciente que tiene trastornos del sueño, ya sea por medio de la higiene o el consumo de medicamentos

El 80 por ciento se recupera con un tratamiento multidisciplinario con otros profesionales, trabajando en equipo para lograr una solución. A veces se trabaja en centros de sueño que permiten tener a todos estos profesionales concentrados, individualmente en la consulta médica cuesta mucho, porque si a un paciente uno le entrega solo una receta va a ser una ayuda, pero de carácter parcial, incompleta. La ambición de hacer algo más a futuro tiene que ser integral, lo que no significa que siempre tenga que ser tan exhaustivo, sino tomar lo más importante de todas las áreas.

En vista de este panorama que describe, cómo ve que será la evolución de los trastornos y la medicina del sueño

Si nos comparamos con las infecciones que tienen vacunas, antibióticos y conocimiento de cuál es la causa, nosotros en la medicina del sueño estamos en pañales, estamos recién aprendiendo a clasificar, describir y solucionar los problema, casi de “parche”, paliativamente. Hay algunas enfermedades donde se sabe la causa y otras se están buscando, además el cerebro es un órgano complejo en extremo. El desarrollo apunta a saber más, conocer la etiología y patogenia, las causas y mecanismos de las enfermedades, para hacer un buen tratamiento de éstas y no de los síntomas, para así poder prevenir. Sabemos mucho de las enfermedades del sueño, pero no tanto como quisiéramos.

Con una focalización central en asumir y asentarse en el aquí y ahora, que conlleva una construcción activa del futuro

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