Congestión nasal, estornudos y dolor de garganta, son algunos de los síntomas que más se repiten por estas fechas y que nos hacen dudar de su procedencia. ¿Resfriado o alergia? Es la pregunta que hay que aclarar para evitar que las molestias puedan tornarse más complejas, provocando complicaciones mayores si no son tratadas a tiempo.
Según la doctora Rocío Tordecilla, inmunóloga de Clínica Santa María, efectivamente “existen alergias en invierno, las cuales pueden ser de tipo respiratorio frente a alérgenos intradomiciliarios como los ácaros del polvo, animales y algunos hongos intra y extradomiciliarios”.
La especialista explica que “la diferencia principal entre una crisis alérgica y un resfriado es que, en el segundo caso, existen otros síntomas asociados como la rinorrea o las mucosidades más bien mucopurulenta de tipo verdosa. Además puede haber dolor de garganta y otros síntomas sistémicos como la fiebre, el compromiso de estado general, la mialgia o en casos más graves disneas (dificultad respiratoria) o tos en aumento”.
En tanto, la rinitis alérgica, “no genera tal compromiso del estado general ni fiebre, y se presenta con rinorrea acuosa, estornudos y picazón nasal ocular y ótica, con o sin tos seca asociada”, complementa la doctora Macarena Sobarzo, inmunóloga de Clínica Ciudad del Mar.
¿Qué hacer para tratar las alergias?
La Dra. Tamara Pérez, inmunóloga de Clínica Biobío, señala: “A los pacientes se le indica como primera medida de tratamiento el control ambiental, es decir, el manejo del entorno para evitar el contacto con el alérgeno, poniendo como ejemplo al ácaro, que es una de las alergias más comunes”.
Así, la especialista aconseja “tener una casa aseada, con la menor cantidad de polvo posible y que la limpieza se haga con un paño húmedo. Evitar la presencia de alfombras, peluches o mascotas dentro de la casa, ya que son elementos que obviamente permitirán disminuir la exposición y la manifestación de la enfermedad”.
La importancia de un tratamiento adecuado
Por otro lado, la doctora Tordecilla puntualiza que “existen tratamientos sintomáticos para la alergia como, por ejemplo, para la rinitis alérgica se pueden utilizar corticoides intranasales, antihistamínicos orales o de tipo oculares”.
También hace algún tiempo “existen vacunas de inmunoterapia con alérgenos específicos. Se administran de manera subcutánea o vía oral para tratar la alergia y de esta manera curar la enfermedad, lo cual tiene eficacia demostrada, disminuyendo los síntomas a largo plazo, reduciendo la medicación que necesitan los pacientes cuando están con alergia”.
Sin embargo, si no se realiza un tratamiento adecuado de rinitis alérgica existe un mayor riesgo de sinusitis recurrente y/o de desarrollar asma bronquial alérgica en el futuro.
“El paciente que tiene un tratamiento con antialérgicos, corticoides inhalados nasales y tiene bronquitis a repetición o tiene tos con actividad física, o tos de noche estando sano, tiene indicación de estudio y tratamiento de asma alérgica, además de la rinitis alérgica”, afirma la Dra. Gema Pérez, broncopulmonar infantil de Clínica Dávila y Clínica Vespucio.
Así, la rinitis alérgica y asma no tratados “pueden ser una causa importante de infecciones respiratorias recurrentes y complicadas tanto en niños como en adultos, razón por la cual hay que estudiar la causa y tratarlas, ya sea de forma estacional o persistente con los medicamentos controladores, inmunoterapia y eventual tratamiento con medicamentos biológicos”, concluye la Dra. Sobarzo, inmunóloga de Clínica Ciudad del Mar.