Hospital Barros Luco concretó un procedimiento con test de IA para preservar emociones

Con el objetivo de explorar y eventualmente implementar una nueva técnica que permite preservar las emociones de los pacientes que son sometidos a intervenciones neuroquirúrgicas, el servicio de Neurocirugía del Hospital Barros Luco concretó tres procedimientos de alta complejidad en pacientes vigiles.

Para ello, el especialista Sebastián Acosta coordinó un trabajo conjunto con el reconocido neurocirujano español, Jesús Martín-Fernández.

Se trató de tres personas, con diversos diagnósticos, a quienes “se les aplicó un test con inteligencia artificial, mientras estaban siendo intervenidos, para tratar de identificar áreas críticas involucradas en el reconocimiento de las emociones, con el fin de preservarlas durante la extracción del tumor y mejorar así la calidad de vida de los pacientes”, explica el Dr. Martín-Fernández.

El Dr. Víctor Hernández y el Dr. Jaime Peña, neurocirujanos del Hospital Barros Luco Trudeau que estuvieron a cargo de las intervenciones, comentan los beneficios de esta nueva técnica.

“En el hospital hemos operado a varios pacientes despiertos y en algunos casos, previo a la cirugía, nos hemos encontrado con personas histriónicas, pero posterior a la intervención se vuelven más apáticas, con sus emociones alteradas. En ese sentido, este test disminuye la probabilidad de generar ese tipo de secuelas”, señala el Dr. Hernández.

Por su parte, el Dr. Peña da cuenta que “esta nueva técnica permite preservar funciones cognitivas superiores que normalmente no son monitorizadas en las craneotomías vigiles, lo que ayuda a que a los pacientes se le puedan resecar los tumores de forma total, manteniendo su personalidad y otras habilidades complejas”.

¿Cómo funciona el test?

Según explica Jesús Martín-Fernández, “la técnica consiste en aplicar un tipo de corriente, por un período acotado, en una zona del cerebro, para saber si esa área es crítica para una determinada función asociada, en este caso, con las emociones”.

Luego, a través de un software creado y desarrollado por él y su equipo, que utiliza animaciones en 3D inspiradas en actores profesionales y que crea estados emocionales complejos, se le permite a los pacientes “ponerse en el lugar del otro” y así predecir la emoción.

La persona, estando despierta y tras visualizar la imagen exhibida, al momento de responder podría cambiar una palabra por otra o bien podría reconocer una emoción diferente a la que reconocía previo a la cirugía, estableciéndose así el área crítica que debe ser preservada.

“A grandes rasgos, el test permite, por ejemplo, que el paciente reconozca las expresiones de una imagen elaborada por IA mientras se le estimula el cerebro, haciendo un movimiento voluntario del brazo a la par. Esto permite, en cierta medida, asegurar que la persona va a volver a sus quehaceres de la mejor forma posible”, explica Víctor Hernández, quien agrega que “la idea es aprender cómo funciona este software y ver cómo podemos implementarlo acá”.

El Dr. Peña, quien además es Presidente del Comité de Neuro-oncología del Hospital Barros Luco, explicita que esto permite que “los pacientes con tumores cerebrales de nuestro hospital accedan a las cirugías de punta a nivel global, asegurando tratamientos de la más alta calidad. Esto nos ayuda a posicionarnos como uno de los centros de referencia nacional en el tema”.

Actualmente el test se encuentra en fase de validación en varios idiomas, y se emplea en el seno de la técnica del Mapeo Cognitivo-Emocional desarrollado por su mentor, el neurocirujano francés Hugues Duffau.

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