La estimulación cerebral profunda, mediante electrodos implantados que envían impulsos eléctricos al cerebro, se utiliza a menudo para tratar la enfermedad de Parkinson y otros trastornos neurológicos.
Los electrodos utilizados pueden eventualmente corroerse y acumular tejido cicatricial, lo que obliga a retirarlos. Sin embargo, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, desarrollaron un enfoque alternativo que utiliza ultrasonido en lugar de electricidad para realizar una estimulación cerebral profunda, administrada por una fibra del grosor de un cabello humano.
En un estudio con ratones, demostraron que esta estimulación puede hacer que las neuronas liberen dopamina, en una parte del cerebro a la que a menudo se dirigen los pacientes con enfermedad de Parkinson.
“Mediante el uso de la ultrasonografía, podemos crear una nueva forma de estimular las neuronas para que se activen en las profundidades del cerebro”, señala Canan Dagdeviren, profesor asociado en el MIT Media Lab y autor principal del nuevo estudio.
“Este dispositivo es más delgado que una fibra capilar, por lo que el daño tisular será insignificante y es fácil para nosotros navegar con este dispositivo en las profundidades del cerebro”, agrega.
Además de ofrecer una forma potencialmente más segura de administrar estimulación cerebral profunda, este enfoque también podría convertirse en una herramienta valiosa para los investigadores que buscan aprender más sobre cómo funciona el cerebro.
El estudiante graduado del MIT Jason Hou y el doctor postdoctorado del MIT Osman Goni Nayeem son los autores principales del artículo, junto con colaboradores del Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro del MIT, la Universidad de Boston y Caltech.
El estudio se publicó en Nature Communications.