Nueve iniciativas de norma popular que abordan problemáticas de salud para la nueva constitución

Más de 2 mil iniciativas populares de normas se presentaron durante diciembre y enero en la plataforma de la Convención Constituyente, herramienta que facilita la participación de la ciudanía en la redacción de la nueva Constitución. De ellas, 78 iniciativas obtuvieron más de 15 mil apoyos de parte de la ciudadanía y 9 abordan temas de salud.

Si bien, algunas presentan intereses similares, tanto civiles como organizaciones presentaron sus propuestas para generar un nuevo sistema de salud y prestar soluciones a problemas específicos como lo es el acceso a la salud mental, a terapias para personas del espectro autista, derecho a una muerte digna y salud reproductiva.

La salud como un derecho y nuevo sistema

Hace tiempo que está en la palestra la discusión sobre las deficiencias del actual sistema de salud que existe en el país. A raíz de esto, tanto civiles como organizaciones gremiales levantaron iniciativas de norma donde plasmaron sus propuestas sobre cómo tener un mejor sistema de salud que se sostuviera en los pilares de la equidad y el libre acceso.

El cabildo “La Salud, Un Derecho”, que nació hace dos años aproximadamente e integra mayormente a profesionales y trabajadores de la salud, presentó la iniciativa “Sistema Único de Salud, Universal, Plurinacional e Integrado”, que reunió 19.852 firmas durante el periodo de votación levantado por la Convención Constitucional.

Jorge Carabantes, coordinador del cabildo autoconvocado, menciona que desde su génesis ha puesto en discusión la necesidad de un cambio en el sistema de salud. “Desde nuestros inicios hemos desarrollado algunas propuestas pensando en la necesidad de un cambio en el sistema de salud. Arribamos con la instalación del proceso constituyente y la Convención para elaborar una propuesta de norma constitucional que fuera en la línea con lo que hemos discutido internamente”, resalta Carabantes.

Por su parte, la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (CONFUSAM) presentó la norma “Salud para un Chile de todas y todos”, que contó con 17.294 apoyos. Desde el gremio, sostienen que “soñamos con un Chile en el que la salud sea un derecho universal […]  otorgando el derecho a igual respuesta a sus necesidades a través de un sistema público universal, integrado en la lógica de redes, descentralizado y que opera bajo la estrategia de Atención Primaria como eje del modelo”.

Ante la inquietud por consagrar el derecho a la salud en la nueva carta magna, la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), también presentó una iniciativa titulada “Fenpruss y el Derecho a la Salud”, que reunió 16.460 firmas. Esta propuesta de norma abarca desde lo general a lo particular, apostando por un Estado con garantías sociales que respalde en la práctica el derecho a la salud.

“El derecho a la salud es tener un sistema de salud universal, gratuito e integral con un fondo único de salud y con un foco relevante en la promoción y prevención de esta”, destaca Aldo Santibáñez, presidente del Fenpruss.

Garantizar cobertura y tratamiento para enfermedades

Entre las propuestas presentadas la salud mental, tratamiento para personas con espectro autista, libertad y consentimiento informado para el inicio de tratamientos y el derecho a una muerte digna fueron otras de las temáticas que alcanzaron popularidad.

La iniciativa “Salud mental gratuita y de calidad como derecho”, fue la segunda iniciativa sobre salud que alcanzó la mayoría de los apoyos, reuniendo un total de 20.591 firmas. La propuesta levantada por la Fundación Salud Emocional, hace un alcance hacia la precariedad y poca visibilidad de los problemas de salud mental que afectan a la población.

La iniciativa popular propone que en el artículo N°19 de la actual constitución que garantiza el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona, también incorpore a la salud mental, cuya modificación iría en “pro a nuevas políticas públicas para la salud mental en Chile y futuras leyes en favor a los ya presentados, y así nuevas leyes tengan bases sólidas para llegar a un mejor puerto”.

En otra vereda, la Fundación TEAmoMÁS presentó la iniciativa constitucional “Derecho a toda persona autista a recibir terapias”, que contó con 18.473 firmas. Evelyn González, directora de la fundación, comenta que la propuesta “se presentó a raíz de la información levantada en cabildos, donde una de las demandas más recurrentes fue el derecho a terapias para personas autistas, dado su alto costo y que para muchas familias es difícil de asumir”.

Una sexta iniciativa, que contó con 17.928 apoyos, fue el de “Consentimiento médico informado. Aceptar o rechazar un determinado tratamiento médico o vacunación debe ser una opción libre e individual”, presentada por el abogado y cantautor chileno Eduardo Waghorn Halaby. Según se lee en la propuesta, la nueva constitución debería “consagrar específicamente, como derecho humano fundamental, el «consentimiento informado»: nadie debería ser obligado a adscribir o rechazar un determinado tratamiento médico”, afirmando que “no puede un determinado tratamiento médico tener el monopolio de la salud humana.”

Si bien en la Cámara del Senado se encuentra en tramitación el proyecto de eutanasia, el cual norma y regula el acceso de estos pacientes a cuidados paliativos y, en casos justificados y debidamente acreditados, a solicitar lo que se ha denominado “una muerte digna”, para la nueva constitución se ha levantado la discusión.

La propuesta de norma “Derecho a una muerte digna”, que contó con 16.652 apoyos de la ciudadanía, sostiene que la situación ideal sería “que el derecho a la muerte digna sea un derecho fundamental donde la práctica y técnica médica otorgará la opción en la cual el paciente plenamente consciente pueda dar termino a su vida”.

Derechos sexuales y reproductivos

Otro eje que se planteó en las iniciativas constitucionales de norma fue sobre los derechos reproductivos, en el cual dos propuestas lograron juntar los apoyos requeridos. Por un lado, está la iniciativa “El derecho a la salud sexual y reproductiva con enfoque de género, feminista, interseccional y pluralista”, que consiguió el apoyo de 15.558 ciudadanos en menos de siete horas.

Desde Asociación Nacional de Matronas y Matrones de Hile, ASOMAT A.G, sostienen que “necesitamos garantizar un artículo específico en la nueva constitución que permita entregar una ley de salud sexual y reproductiva, para que no se desconozca el abuso y violencia sexual y que, de una vez por todas, podamos tener educación sexual integral desde la primera infancia”, explicó a Ciencia y Salud Katiuska Rojas, directora ejecutiva de ASOMAT A.G.

En la carrera por conseguir el apoyo de la ciudadanía, la iniciativa “Será ley” levantada por la Asamblea Permanente por la Legalización del Aborto, fue la primera de las 22 mil iniciativas en reunir 15 mil apoyos, teniendo un total de 38.198. Según destaca la propuesta, se pretende que en la constitución “la interrupción del embarazo no sea imputable penalmente, hasta que se realicen los cambios normativos correspondientes”.

El 16 de marzo la iniciativa por el derecho a la salud sexual y reproductiva fue aprobada por la Comisión de Derechos Fundamentales, mientras que la iniciativa “Será ley” ya está siendo discutida por la misma comisión.

La osadía por encontrar apoyo popular

Si bien, las propuestas presentadas son demandas que hace bastante tiempo, incluso antes del estallido social de 2019, conseguir los apoyos suficientes no fue una tarea fácil. Las organizaciones detrás de estas iniciativas debieron movilizarse, sea en internet o en los territorios para lograr reunir sobre las 15 mil firmas.

Por ejemplo, la Fundación TEAmoMÁS desde un inicio movilizó su propuesta sobre el derecho a terapia para personas son autismo a través de redes sociales y con el apoyo de organizaciones similares. “Desde el día cero creímos que lo que hacíamos tendría una repercusión positiva porque conocíamos las necesidades de las familias. Muchas las personas que se sintieron identificados con la problemática y decidieron apoyarla”, afirma González.

Por otro lado, desde el cabildo “La Salud, Un Derecho” asumen que reunir las firmas no fue una tarea fácil. “Nosotros nos contactamos con los convencionales y algunos asesores, con medios de comunicaciones locales y regionales del país para así llegar a más gente y que nos reconocieran”, recalca Carabantes. En esa línea, destaca que “nosotros no contábamos con el dinero suficiente para pagar campañas ni aparecer en los medios de comunicación grandes. Gracias a donaciones y colaboraciones financiamos algunas campañas en redes sociales”.

El Fenpruss, a pesar de ser una organización grande, también vivió dificultades para reunir las firmas. “Pensamos que iba a ser más fácil. Tenemos cerca de 14 socios a nivel nacional y pensamos que, si todos votaran, no sería complejo reunir lo que nos faltara para superar los 15 mil apoyos, pero no fue así”, relata Santibáñez.

La organización debió desplegarse territorialmente para llegar a las personas y así conseguir su apoyo. Se instalaron en el Paseo Ahumada y algunas plazas regionales para explicarles a las personas en qué consistía la propuesta e incentivarlos a votar.

El trabajo que queda por hacer

Las distintas iniciativas de norma popular deben ahora ser presentada en sus respectivas comisiones para ser discutidas antes de pasar a la carta magna. La Convención Constitucional se encuentra organizando entre marzo y abril cabildos y encuentros de discusión, además de la Jornada Nacional de Deliberación.

Carabantes sostiene que este proceso tiene una etapa relevante dentro de la redacción y articulación de la nueva constitución y que para contar con un sistema de salud para todos los chilenos y chilenas “hay que responder a las necesidades de los habitantes del país y mantenerse activo en todo el proceso (…) hay que instalar en la ciudadanía el tema y este es un trabajo permanente hasta el plebiscito de salida”.

Por su parte, Santibáñez plantea que los convencionales y las personas deben comprender que para garantizar el derecho a la salud y todo lo que eso conlleva, es importante que se reconozca que la salud tiene relación con las condiciones de vida de las personas, atendiendo sus entornos y necesidades.

“Por ejemplo, conocí a gente de Taltal, una comuna que queda a tres horas de Antofagasta, que parta atenderse en la ciudad deben levantarse a las 4 de la mañana para tomar el único bus de la mañana que llega al centro de la región. Yo me pregunto por qué no va un especialista cada cierto tiempo a la comuna para atender a esas personas en vez de obligarlas a trasladarse largas horas”, comenta Santibáñez.

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