Estudio plantea que un simple cambio puede salvar a miles de pacientes con sepsis

Cambiar la forma en que se administran los antibióticos a los pacientes adultos con sepsis salvará miles de vidas al año en todo el mundo, según una investigación de la Universidad de Queensland (Australia) y el Instituto George para la Salud Global.

Un ensayo clínico y una revisión sistemática han demostrado que la administración intravenosa de antibióticos similares a la penicilina de uso común mediante infusión continua, en lugar de múltiples infusiones cortas, cura infecciones y salva vidas.

La Organización Panamericana de la Salud define la sepsis como una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección.

El profesor Jason Roberts, director del Centro de Investigación Clínica de la UQ (UQCCR) y del Instituto de Enfermedades Infecciosas Herston de Metro North Health, dijo que el ensayo clínico de más de 7.000 pacientes probó los hallazgos de estudios de laboratorio para ofrecer la mejor concentración de fármaco para las bacterias que causan la infección.

“Descubrimos que al administrar estas dosis de antibióticos en forma de infusión continua podemos mantener su concentración en la sangre y el tejido del paciente, y matar las bacterias a un ritmo mayor”, afirmó el profesor Roberts.

“Esta sencilla intervención utiliza antibióticos comúnmente disponibles, por lo que incluso los hospitales pequeños de los países del tercer mundo pueden implementar el cambio de dosis casi tan fácilmente como los hospitales con buenos recursos de los países desarrollados”, enfatizó.

El profesor asociado Joel Dulhunty, investigador de la UQ y director de investigación e implementación del Royal Brisbane and Women’s Hospital, reportó que el ensayo internacional BLING (Beta-Lactam Infusion Group) III fue uno de los ensayos clínicos aleatorizados con antibióticos más grandes jamás realizados.

Protocolos y directrices

El profesor emérito de la UQCCR, Jeffrey Lipman, dijo que el siguiente paso para el equipo de investigación sería informar los protocolos y directrices de tratamiento a nivel mundial.

“Los médicos siguen las directrices internacionales cuando tratan a pacientes con sepsis y, por el momento, estas directrices tienen una certeza de evidencia muy baja sobre cómo administrar mejor estos medicamentos”, señaló Lipman.

“Gracias a nuestro programa de investigación, los protocolos y directrices de tratamiento tendrán ahora una certeza muy alta. Dada la naturaleza simple de los hallazgos y las conversaciones que estamos teniendo entre hospitales, esperamos que la mayoría adopte estos cambios de inmediato”, subrayó.

La investigación es la culminación de un programa de trabajo de más de 20 años dirigido por el profesor emérito Jeffrey Lipman, que comenzó con pequeños estudios centrados en la dosificación hasta grandes ensayos clínicos con colaboradores multinacionales.

En el ensayo BLING III participaron colaboradores de Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Suecia, Bélgica, Francia y el Reino Unido.

Compartir este artículo

Artículos relacionados