A un año de la propagación del Covid-19 la comunidad científica y médica sigue desentrañando nuevos antecedentes sobre esta enfermedad. Diversos estudios han aparecido en el último tiempo donde relacionan este virus con la boca y enfermedades bucodentales.
Recientemente, investigadores de Estados Unidos, detallaron cómo el SARS-CoV-2 infecta las células de la boca, afectando a las mejillas, las encías y las glándulas salivales. Estos datos, sugieren los científicos, podría explicar los síntomas orales que se han asociado a la infección.
El estudio publicado en la revista Nature Medicine, analizó dos conjuntos de datos de secuenciación de ARN de una sola célula de las glándulas salivales menores humanas y la encía, identificando 50 grupos de células. “Utilizando la normalización y la anotación celular integradas, clasificamos 34 subpoblaciones celulares únicas entre las glándulas y la encía”, detallan en el artículo.
Los hallazgos de este estudio apunta a la posibilidad de que la boca desempeñe un rol clave en la transmisión del coronavirus a los pulmones o al sistema digestivo a través de saliva que está cargada con células orales infectadas.
En personas con COVID-19 leve o asintomático, descubrieron que las células que se desprenden de la boca a la saliva contienen ARN del SARS-CoV-2, así como ARN para las proteínas de entrada. Los científicos indicaron que este fluido fue capaz de provocar la infección en células sanas.
Es por esto, que este estudio, junto con otras investigaciones como el que relaciona la periodontitis con la gravedad de covid-19 o “la lengua covid”, sugieren que la boca juega un papel importante en la infección por SARS-CoV-2 de lo que se pensaba anteriormente.
“Cuando se ingiere saliva infectada o se inhalan partículas diminutas de ella, creemos que potencialmente puede transmitir el SARS-CoV-2 a nuestra garganta, nuestros pulmones o incluso nuestras entrañas“, explicó Kevin M. Byrd, uno de los autores del estudio.
Si bien en el estudio los investigadores indicaron que no tienen información certera sobre de dónde proviene el SARS-CoV-2 de la saliva, existe la posibilidad de que el virus provenga del drenaje nasal o del esputo expulsado de los pulmones.