Recientemente BioBioChile publicó un reportaje con un dato de preocupación: de los 28.335 dentistas que están inscritos en el país, solo 144 prestan servicios mediante bonos Fonasa. Esto equivale a que solo el 0,5% de los profesionales ofrecen sus servicios bajo la Modalidad Libre Elección (MLE). Además, solo 20 de ellos cuentan con alguna especialidad.
Este hecho constituye un problema de salud pública, puesto que muchas personas quedan privadas de acceder a la salud oral dado el alto costo que implica este tipo de atención y las limitaciones que hay en el sistema público.
“Actualmente, a nivel mundial existe una baja cobertura de la odontología, cuestión que también sucede en Chile. Esto genera que las personas no tengan el acceso a la salud odontológica, cuando ellas deberían poder acceder a esta de la misma forma que accede a cualquier otro tipo de salud”, explicó el presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile, Dr. Carlos Marchant a Ciencia y Salud.
Actualizar las políticas públicas en materia de salud oral es urgente. Desde el gremio apuntan que el Ministerio de Salud no ha gestionado las autorizaciones sanitarias de las consultas ni han actualizado los valores de las prestaciones, lo que dificulta el acceso equitativo a las prestaciones de salud oral.
“El Estado de Chile, sistemáticamente desde hace mucho tiempo, ha coartado la posibilidad de que las personas accedan a libre elección en salud oral y ese tipo de políticas se deben cambiar. Si se cambia a un sistema de salud único universal, que es lo que está promoviendo en general, se debiese incluir la salud oral porque si no la incluye, obviamente ya deja de ser único y universal”, enfatizó el Dr. Marchant.
Las enfermedades bucodentales en Chile
El 25% de la espera hospitalaria corresponden a consultas odontológicas. Es decir, 474.736 de chilenos se encontraban en espera ya a fines de 2019, según los datos oficiales recogidos por Fundación Sonrisas. Este estudio reveló que el 60% de los pacientes en espera son mujeres y el 55% tiene entre 15 y 64 años.
Por otro lado, las enfermedades periodontales en el país afectan al 90% de la población adulta en distintos grados de severidad, volviéndose una de las enfermedades dentales de mayor prevalencia. Un estudio de 2010 liderado por el Dr. Jorge Gamonal, académico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, reveló que los individuos de entre 35 y 45 años presentaban algún grado de pérdida de inserción y tenían una prevalencia de un 93,4% de presentar un grado de pérdida, mientras que en los pacientes de entre 65 a 74 años, esta cifra aumentaba un 97,5%.
La periodontitis comparte factores de riesgo con otras enfermedades y se reconoce como una enfermedad infecciosa no transmisible. “Se caracteriza por la pérdida de inserción, pérdida de hueso alveolar, sacos periodontales y la inflamación gingival, todo lo cual sin el tratamiento apropiado pueden finalmente conducir a la pérdida de piezas dentales”, describió la Dra. Natacha Oyarzo, cirujana dentista especialista en periodoncia, académica de la Universidad Católica de Chile y directora de la Sociedad Chilena de Periodoncia.
Es más, se estima que el 20% de la población de entre 35 y 44 años no tiene piezas dentarias y un 80% es desdentado parcial. Para Marchant, este es un mal índice respecto a la salud oral de los chilenos. “Se ha normalizado ver gente que le faltan dientes o que tienen dolores dentales en general. Ese tipo de cosas son las que tenemos que tratar de cambiar, porque finalmente la salud oral es parte del cuerpo y es parte de la salud integral”, sintetiza.
Según comentó el Dr. Marco Cornejo Ovalle, director de la Sociedad Chilena de Salud Pública Oral, quién participó en el estudio de Fundación Sonrisas “la mala salud bucal genera un impacto psicoemocional en las personas y su círculo, quienes la asocian a una mala calidad de vida dado al estado de sus piezas dentales y los problemas de salud bucodental que tienen”.
La salud oral no solo se traduce en la prevalencia de sus enfermedades, sino que también en la inequidad que representan. Por ejemplo, el decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción, el Dr. Alex Bustos, sostuvo en una entrevista que “la salud bucal ha mejorado, pero también hay una gran inequidad. Yo no puedo comparar una comuna rica del país, como algunas comunas del gran Santiago, donde hay un 20% de daños por caries, con algunas zonas rurales en donde el daño llega a un 60-70%”.
En esa misma línea argumenta que “si lo miramos y focalizamos por comunas y sectores vamos a encontrar una gran inequidad con respecto al estado de la salud bucal de niños y niñas del país”, por ello, los esfuerzos en esta materia deben atender esta inequidad y reforzar las políticas de prevención.
Por ejemplo, en el caso de la periodontitis “el tratamiento es caro y significa largas listas de esperas en el sistema público, por ello abordarlo de forma preventiva es mucho más conveniente para el Estado y las personas. Además, como está asociada a otras enfermedades, su prevención puede impactar en el futuro del paciente”, detalló la Dra. Oyarzo.
Dirección de Odontología
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda un odontólogo por cada 2.500 habitantes. En Chile, ese estándar se cumple de forma global, pero si se compara la cantidad de afiliados a Fonasa con el número de cirujanos dentistas que prestan servicios por esa vía, la cifra cambia radicalmente: solo hay un profesional cada 97 mil habitantes.
Esta realidad, llevó a crear en diciembre de 2020 la Dirección Nacional de Odontología, dependiente del Ministerio de Salud y presidida por el cirujano dentista Mario Villalobos. Esta dirección tiene por objetivo “asesorar a la autoridad en la implementación de modelos de atención odontológica de alta resolutividad en las redes asistenciales”.
Este fue un proyecto que en 2018 el Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile, junto con el parlamento presentaron al Minsal para tratar los problemas que circunscriben en la población, como la alta prevalencia de enfermedades bucodentales, inequidades en salud oral, la brecha de recursos humanos e infraestructura, asignación de los recursos y los modelos de financiamiento.
En mayo de este año, Ciencia y Salud conversó con el Dr. Villalobos respecto a los desafíos que tiene esta unidad en materia de salud oral. “Nuestra prioridad es la lista de espera. Estamos adecuando y planificando qué vamos a hacer para poder afrontar ese desafío”, detalló en esa oportunidad.