El balance de la nueva Ley de Fármacos a más de un año de su promulgación revela que ésta ha generado según la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (ASILFA) un problema de desabastecimiento en genéricos, mientras la Cámara de Innovación Farmacéutica (CIF)  manifiesta que es un problema que era predecible y además solucionable.

El gerente general de Asilfa, Elmer Torres, señaló que la ley prometió que los medicamentos iban a bajar de precio, lo que no fue cierto (…) esta política ha tenido resultados negativos para la industria productiva local al efectuar un proceso de bioequivalencia en plazos tan breves como los que se impusieron en Chile (de solo 2 años) y que vencen en su mayoría en diciembre de 2015″.

Sin embargo, para el Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Innovación Farmacéutica, Jean-Jacques Duhart, lo que debe ser prioridad es terminar con la brecha de calidad que se genera por productos que hoy circulan y que están por debajo de los estándares. «Es un riesgo para la salud de las personas, porque hay productos que no han demostrado lo que exige la OMS. En Chile hay un 70% de los medicamentos que no han demostrado esas características», comenta Duhart.

Para el gerente general de Asilfa, la implementación de la Ley de Fármacos y el alto costo de ella, ha producido el desabastecimiento en medicamentos genéricos. «Los laboratorios productivos no han hecho los estudios en cerca de 40 moléculas por la alta inversión que se debe realizar (más de US$100 mil por estudio) y por el corto tiempo que dieron para hacerlo».

A pesar de esto último, Jean-Jacques Duhart destacó que «esas situaciones son perfectamente anticipables y ahí es responsabilidad de la autoridad porque la normativa actual obliga a cualquier laboratorio -que decida suspender ya sea de forma permanente o temporal la producción de un medicamento- avisar a la autoridad con seis meses de anticipación (…) para que tome las medidas correctivas como ver que otros proveedores existen o encargar el medicamento al extranjero».